Redescubriendo el licor marinero

El añejamiento de los licores es un accidente. Es el fruto del transporte marítimo de los licores (ginebra, ron, whisky, vinos, etc.).

Antiguamente el medio en el que se transportaban éstos licores (al igual que otros elementos como el tabaco, especias, o enseres) era en barricas (“casks”) generalmente de roble americano (más resistente y menos poroso), roble francés (más poroso y con más predisposición al astillado) y castaño (menos común).

Existían distintos tipos de barricas siendo las más comunes para el transporte de éste tipo de mercancías las “hogshead” (casks de 250L), barrels (aprox. 118L) y siendo las más pequeñas y para uso de los propios marineros lo que en inglés se denomina “keg” (barrilete, similar a un botijo pero fabricado en madera)

Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/File:English_wine_cask_units.jpg

Tomando el ron como referencia, una vez se obtiene el producto destilado de la caña de azúcar su color es transparente (lo que hoy denominamos ron blanco), tras la travesía en barco, los marineros descubrieron que el color de ése ron cambiaba y tomaba los matices que transmitía la “respiración” a través de la madera de la barrica. A día de hoy sabemos que incluso cambia su composición química durante éste proceso, el cual en la actualidad es replicado en las bodegas…

…y ahí buscando el origen del auténtico licor marinero, es donde hemos descubierto que faltaba un elemento en la ecuación… la barrica no aísla totalmente al líquido del entorno, es un filtro a través del que traspasa el aire por lo que todo aquello que rodeaba la barrica era en un modo u otro reflejado en el licor al captar el aroma tras meses “respirando” ese mismo componente.

El componente secreto

El método de transporte de las barricas era el rodado (empujar las barricas rodando para transportarlas de un sitio a otro). Pero ¿realmente creemos que los marineros que debían transportar el precioso contenido, se podían arriesgar a que una piedra o un bache en el desplazamiento pudiesen fisurar la barrica y perder al menos parte del precioso contenido?

La respuesta por supuesto es ​no;​ era común atar cabos alrededor de las barricas para amortiguar el rodado y evitar riesgos de fisura y rotura.

Y aquí donde viene nuestro componente secreto para hacer los auténticos licores marineros… ¿cuál era el material con el que estaban fabricados esos cabos?, por sorprendente que pueda resultar para algunos la respuesta es… cañamo (o lo que es lo mismo, cannabis).

En aras de obtener el ron en su pura esencia marina, hemos infundido a estos licores el componente que faltaba en la ecuación ese intenso aroma a cáñamo que abrazaba durante meses las barricas y que se transmitía al precioso líquido dándole un carácter inigualable.

Si cuando bebas nuestro ron o ginebra piensas que estamos innovando, piensa que nuestra principal innovación es redescubrir el pasado.

Barriles atados con cuerdas de cáñamo

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